sexta-feira, setembro 22, 2006

La misión imposible de Guinea Bissau

Origem do documento: jornal ABC (Madrid), 22 Set 2006
por LUIS DE VEGA, ENVIADO ESPECIAL

BISSAU (GUINEA). La salida de piraguas cargadas de «sin papeles» se ha ampliado a Guinea Bissau. Este país comparte frontera al norte con la región senegalesa de Casamance, que desde hace algunas semanas es el principal punto de embarque de los cayucos que llegan a Canarias.

Los senegaleses se han ganado desde hace siglos la fama de ser los mejores pescadores de la costa noroeste de África y eso se está notando en el nuevo negocio de los cayucos. Desde Mauritania y el Sahara Occidental hasta Guinea Bissau y más abajo incluso. El viceministro del Interior guineano, Mamadou Saico Djaló, denuncia que los viajes que parten de sus costas están organizados casi siempre por senegaleses y, en algunos casos, por nigerianos y caboverdianos.

Amontonados en camiones, decenas de candidatos a la emigración llegan hasta Varela, junto a la frontera senegalesa. Los escasos efectivos policiales, sin todoterrenos, patrulleras ni nada que se les parezca, apenas pueden hacer frente a los organizadores de estos viajes. Como relata a ABC un testigo presencial, el pasado 13 de septiembre los agentes vigilaban el litoral en un cayuco de un pescador local cuando se encontraron con la salida de dos embarcaciones que ponían rumbo a España.
Los interceptaron antes de saber que eran emigrantes clandestinos, algo de lo que no se enteraron hasta que no comenzaron los interrogatorios en la playa. Ni siquiera contaban con dependencias en las que mantenerlos retenidos e inmediatamente quedaron en libertad con la orden de dirigirse cada uno a su casa.

La emigración clandestina ha venido a complicar aún más la cruda realidad guineana, arrastrándose todavía tras la guerra civil de casi un año entre 1998 y 1999 y con un Gobierno en difícil equilibrio. Basta poner los pies en el Ministerio del Interior para darse cuenta de que el progreso se sigue olvidando de Guinea Bissau. El viceministro del Interior, responsable del asunto migratorio, no puede ser más claro. «No tenemos dispositivo. No tenemos nada. Cero. Tenemos la obligación de luchar contra las mafias pero sin medios». «No tenemos ni piraguas ni jeeps» para realizar labores de vigilancia en los más de 700 kilómetros de costa repleta de intrincados canales. La Policía de Orden Público sólo dispone de seis coches.
Aunque la situación en Guinea Bissau está lejos de la que se vive en Senegal, donde los pescadores reconvertidos en mafiosos fletan barcas a diario, las autoridades reclaman algo de atención por parte de Europa. Guinea se ha quedado fuera del dispositivo Frontex desplegado por la Unión Europea. Tampoco hasta aquí han llegado patrulleras españolas ni agentes de la Guardia Civil. Ni está previsto que lleguen, como explican fuentes oficiales españolas. Saico Djaló reconoce que mantienen contactos con España a pesar de la «burocracia» pero que, por el momento, no han recibido «nada».

Las fuentes locales consultadas coinciden con el viceministro en señalar que hay tres puntos de embarque de emigrantes clandestinos. La norteña localidad de Varela es el que más movimientos registra por su cercanía a Senegal. El segundo lugar sería el archipiélago de las Bijagos, medio centenar de islas al sur de la capital sin apenas población y que también acogen a mafias de tráfico de drogas. Por último, «desde hace muy poco», como explica el viceministro, se están detectando salidas desde la propia ciudad de Bissau.



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