quarta-feira, setembro 21, 2005

Relatório da Missão do Conselho de Segurança à África Ocidental

Origem do documento: Centro de Documentação da ONU, 2 Jul 2004

Informe de la misión del Consejo de Seguridad a África accidental, 20 a 29 de junio de 2004

I. Introducción

1. En su carta de fecha 15 de junio de 2004 (S/2004/491), el Presidente del Consejo de Seguridad informó al Secretario General de que una misión del Consejo visitaría África occidental del 20 al 29 de junio de 2004. En el anexo del presente informe figura su mandato y composición.

2. La misión salió de Nueva York con rumbo a África occidental el 20 de junio y visitó Ghana (22 de junio), Côte d’Ivoire (22 y 23 de junio), Liberia (24 de junio), Sierra Leona (25 de junio), Nigeria (26 de junio), Guinea-Bissau (27 y 28 de junio) y Guinea (28 de junio).

Resumen ejecutivo

3. La inversión considerable que la comunidad internacional y las Naciones Unidas han efectuado en África occidental, en términos de las misiones de mantenimiento de la paz y a la ayuda para el desarrollo destinadas a África occidental, ofrece a los países de la región una oportunidad real de romper el ciclo que lleva de las situaciones de conflicto a la pobreza y crear las bases para la paz y el desarrollo sostenibles. Por consiguiente, la misión centró su atención en el vínculo entre seguridad y desarrollo, en la necesidad de fomentar una buena gestión de los asuntos públicos y el respeto de los derechos humanos como un fundamento necesario para la paz y la prosperidad duraderas y en la importancia de abordar activamente la cuestión de la prevención de los conflictos.

4. Para lograr la paz y el desarrollo sostenibles en África occidental, en particular, hace falta aplicar un planteamiento colectivo. En esta región, las fronteras son tan porosas y los problemas —incluidos los que guardan relación con armas pequeñas, combatientes, niños soldados y VIH/SIDA— las traspasan con tanta facilidad que los países deben aunar esfuerzos para que en verdad tengan la posibilidad de introducir cambios duraderos. Lo mismo cabe decir de las Naciones Unidas. Las diferentes misiones en la subregión como también las múltiples partes del sistema de las Naciones Unidas presentes en cada país, deben coordinar sus actividades con otras partes interesadas para alcanzar objetivos comunes y aplicar una estrategia amplia e integrada. Esta estrategia debe abarcar la transición del mantenimiento de la paz a la consolidación de la paz y el desarrollo, incluida la función de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas para ayudar a crear las condiciones sociales y económicas necesarias para una estabilidad duradera, que comprenda un programa sostenible de desarme, desmovilización, rehabilitación y reinserción.

5. La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) desempeña en este contexto un papel cada vez más activo y valioso: moviliza a los países de la subregión para que realicen misiones de mantenimiento de la paz; encabeza iniciativas sobre solución de conflictos, en especial las relacionadas con Liberia y Côte d’Ivoire en fecha reciente; y colabora con la Oficina de las Naciones Unidas para África Occidental en una estrategia regional para la prevención de conflictos. Con el compromiso político de sus Estados miembros y el apoyo sostenido de las Naciones Unidas y de otros asociados, estas gestiones contribuyen de manera progresiva a fomentar la seguridad y la estabilidad en la subregión, lo que a su vez sentará las bases para una mayor integración y crecimiento de la economía.

6. La misión tuvo lugar en un momento en que se habían realizado importantes progresos en lo relativo a las actividades de consolidación de la paz en la subregión, con excepción del colapso preocupante del proceso de paz en Côte d’Ivoire. El proceso de consolidación de la paz en la etapa posterior al conflicto en Sierra Leona avanzaba a un ritmo sostenido. La situación en Liberia había mejorado considerablemente con el desarme y la desmovilización de un número importante de combatientes, el despliegue de la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL) y el inicio de los preparativos para las elecciones de 2005. En Guinea-Bissau se había logrado celebrar elecciones legislativas, lo que representaba un importante avance hacia el restablecimiento del orden constitucional y la promoción de la paz y la estabilidad sostenibles. Un motivo de profunda preocupación para el Consejo era, no obstante, la situación en Côte d’Ivoire, donde la aplicación del Acuerdo de Linas-Marcoussis había sufrido un grave tropiezo y el Gobierno de Reconciliación Nacional había dejado de funcionar normalmente.

7. En Côte d’Ivoire, el mensaje fundamental de la misión fue que el Presidente Laurent Gbagbo y todas las partes eran responsables, a título individual, de encontrar una salida al atolladero político actual. El Presidente Gbagbo prometió a la misión que presentaría legislación a la Asamblea Nacional para el 28 de julio y que resolvería las cuestiones referentes a la emisora de radio de la Operación de las Naciones Unidas en Côte d’Ivoire (ONUCI) y al acuerdo sobre el estatuto de las fuerzas antes de que concluyera el mes de junio. En opinión de la misión, el Consejo de Seguridad debe vigilar de cerca estos compromisos y, en caso necesario, adoptar medidas con respecto a quienes no los cumplan. La misión también subrayó que los ataques contra las Naciones Unidas o su personal eran absolutamente inaceptables; el Consejo también debería estar preparado para hacerles frente con medidas específicas.

8. En Liberia, la misión observó que el Presidente Charles Gynde Bryant estaba resuelto a encauzar al país por la vía correcta hacia la celebración de elecciones libres, limpias y transparentes en 2005. Este proceso estaba sembrado de importantes dificultades: establecer un entorno de seguridad en muchas de las zonas del país en las que aún reinaba la anarquía; desarmar a excombatientes y, más difícil aún, proporcionarles educación y empleo; y restablecer la autoridad civil en todo el territorio de un país que, en gran medida, había carecido de gobierno en los últimos 15 años. La misión confía en que los donantes deseosos de ayudar a Liberia a alcanzar estos objetivos aprecien el compromiso del Presidente Bryant con la buena gestión de los asuntos públicos y la democracia.

9. Frente a la rápida disminución de los efectivos de la UNAMSIL, la misión advirtió que la prioridad inmediata para Sierra Leona era prepararse para asumir plena responsabilidad por su propia seguridad. A más largo plazo, sería preciso resolver las causas subyacentes del conflicto, crear oportunidades económicas y fomentar las buenas relaciones con los países vecinos. Muchos estiman que el ex Presidente Charles Taylor de Liberia debe ser enjuiciado ante el Tribunal Especial para Sierra Leona para que haya una reconciliación duradera.

10. La misión felicitó al Presidente Henrique Rosa de Guinea-Bissau por los importantes progresos realizados para instaurar la democracia y la gestión pública desde el golpe de septiembre de 2003. Resultaba evidente, no obstante, que el Gobierno tenía una gran necesidad de recibir asistencia financiera y técnica mucho mayor para poner en práctica las reformas anunciadas. La misión confía en que los donantes aporten los recursos necesarios, y exhorta al Gobierno a que se atenga a sus principios y lleve a término su programa de reformas.

11. Durante su visita, la misión planteó reiteradamente varias cuestiones decisivas de interés para el Consejo de Seguridad, como los derechos humanos, la función de las mujeres y otras cuestiones de género, los niños soldados, cuestiones humanitarias, movimientos transfronterizos de armas y mercenarios, la trata de personas, la reconciliación, la justicia y el imperio de la ley. Estas cuestiones también reflejaban las inquietudes que organizaciones no gubernamentales habían transmitido a la misión en una reunión preparatoria celebrada en Nueva York. La misión insistió ante todos sus interlocutores en que era preciso encarar estos aspectos para resolver las causas fundamentales de los conflictos en la región y fomentar así la paz y el desarrollo sostenibles.

II. Proceso

12. En los países visitados, la misión mantuvo amplias conversaciones con las principales partes interesadas tanto nacionales como internacionales, como el Presidente en ejercicio de la CEDEAO, el Presidente de Ghana, y los Jefes de Estado y de Gobierno de Côte d’Ivoire, Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Guinea-Bissau y Guinea; los Presidentes de la Asamblea Nacional de Côte d’Ivoire y de Guinea-Bissau; miembros del Poder Ejecutivo de categoría superior y ministros; el Secretario Ejecutivo de la CEDEAO; el Grupo de Contacto Internacional sobre Liberia; el Comité de Seguimiento de Côte d’Ivoire; el Fiscal y el Secretario del Tribunal Especial para Sierra Leona; el Presidente de la Comisión de Verdad y Reconciliación para Sierra Leona; y los equipos de las Naciones Unidas en los países, el cuerpo diplomático y representantes de organizaciones de la sociedad civil. En Nueva York se celebraron reuniones preparatorias para analizar los objetivos de la misión con representantes de los países que se habrían de visitar y con organizaciones no gubernamentales activas en África occidental.

III. Actividades y resultados de la misión

Côte d’Ivoire

13. La misión hizo hincapié ante el Presidente Gbagbo y los demás interlocutores, en Côte d’Ivoire y en otros países, en la profunda preocupación del Consejo de Seguridad por el colapso del proceso de paz, el atolladero en que se encontraba la aplicación del Acuerdo de Linas-Marcoussis y la actual parálisis del Gobierno de Reconciliación Nacional. El Presidente de Ghana John Kufuor, Presidente en ejercicio de la CEDEAO, informó a la misión en Accra de que en la minicumbre de los Jefes de Estado de Nigeria, Ghana y Togo, celebrada en Abuja el 20 de junio de 2004 bajo la Presidencia de la CEDEAO, se había convenido en algunas medidas que habrían de adoptar tanto el Presidente Gbagbo como la CEDEAO para contribuir a superar el punto muerto político. Ese mismo día, el Presidente Gbagbo dirigió un mensaje a la nación en que anunció su intención de pedir a la Asamblea Nacional que acelerara el examen y aprobación de las reformas políticas fundamentales previstas en el Acuerdo de Linas-Marcoussis. El Presidente también exhortó a todos los signatarios del Acuerdo a que reanudaran el diálogo con miras a la reactivación del Gobierno de Reconciliación Nacional. Quedaba entendido que en el mes de junio, se celebraría una cumbre de seguimiento en la que participarían los tres principales dirigentes de la oposición, es decir, el ex Presidente Bedie, el ex Primer Ministro Alassane Ouattara y el dirigente de las Forces nouvelles, Sr. Guillaume Soro. En Abuja (Nigeria), la misión tomó conocimiento de que las partes en Côte d’Ivoire proseguían sus conversaciones sobre la convocatoria de una reunión de reconciliación entre el Presidente Gbagbo y el grupo de los siete partidos políticos signatarios del Acuerdo de Linas-Marcoussis. Lamentablemente, la reunión de reconciliación, que tuvo lugar los días 29 y 30 de junio en Abidyán, no dio por resultado un acuerdo sobre la reanudación del funcionamiento normal del Gobierno de Reconciliación Nacional.

14. La misión insistió ante el Presidente Gbagbo y todas las partes en que en ellos recaía la responsabilidad primordial por el restablecimiento de la paz y la estabilidad en su país. La comunidad internacional estaba lista para respaldar sus gestiones como parte de un contrato genuino. La misión también pidió a todas las partes en Côte d’Ivoire que dieran muestras de voluntad política y liderazgo verdaderos al cumplir las obligaciones que les imponía el Acuerdo de Linas-Marcoussis. La misión destacó que el Acuerdo seguía siendo el único marco para el retorno del país a la normalidad y que el Consejo de Seguridad estudiaría medidas apropiadas y específicas contra toda persona que obstruyera su aplicación. El Consejo seguía un planteamiento positivo y resuelto a la vez. Preferiría no tener que actuar contra personas, pero lo haría en caso necesario.

15. En este sentido, la misión señaló tres medidas concretas que resultaban vitales para reiniciar el proceso de paz y facilitar el objetivo último de celebrar elecciones libres, limpias y transparentes en octubre de 2005. En primer lugar, se debería reconstituir el Gobierno de Reconciliación Nacional de modo que reanudara su labor sin mayor demora y definiera un programa detallado y sujeto a un marco temporal para la aplicación del Acuerdo de Linas-Marcoussis. En segundo lugar, el Gobierno debería adoptar las medidas necesarias para facilitar la pronta aprobación en la Asamblea Nacional de las reformas políticas fundamentales previstas en el Acuerdo. Ello contribuiría a reducir la desconfianza prevaleciente entre las partes, crearía un entorno propicio para la aplicación del programa de desarme, desmovilización, rehabilitación y reinserción y facilitaría el restablecimiento de la autoridad civil en todo el país. En tercer lugar, las partes en Côte d’Ivoire deberían superar sus ambiciones personales y actuar al unísono para forjar un futuro mejor para su país. Deberían comprometerse a mantener con regularidad un diálogo de alto nivel sin condiciones previas. El Presidente Gbagbo y el Primer Ministro Seydou Diarra podían aportar su ayuda en este sentido.

16. La misión subrayó además que los ataques perpetrados en contra de funcionarios y bienes de las Naciones Unidas resultaban absolutamente inaceptables y era preciso que cesaran, sobre todo porque el establecimiento de la ONUCI había obedecidoa una solicitud expresa del Gobierno de ese país y de la CEDEAO para que se prestara apoyo al proceso de paz. La misión también destacó su deseo de ver que pronto se firmara el acuerdo sobre el estatuto de las fuerzas entre el Gobierno y las Naciones Unidas, y que entrara en funcionamiento la emisora de radio de las Naciones Unidas para ayudar a explicar el mandato de la ONUCI y la función de la Organización en apoyo de la aplicación del Acuerdo de Linas-Marcoussis a toda la población del país. La misión advirtió de que la comunidad internacional no toleraría una cultura de impunidad en Côte d’Ivoire y que exigiría cuentas, a título individual, a todos los responsables de graves violaciones de los derechos humanos. Se hizo un recordatorio a las partes acerca del reciente establecimiento de la Comisión Internacional de Investigación encargada de examinar todas las denuncias de violaciones de los derechos humanos ocurridas desde los acontecimientos de septiembre de 2002.

17. Las partes en Côte d’Ivoire reconocieron de manera unánime que la falta de confianza entre ellas había constituido un grave obstáculo para la aplicación del Acuerdo de Linas-Marcoussis. Algunas partes achacaron el estancamiento político a los intentos del Gobierno por demorar la aprobación de las reformas políticas fundamentales previstas en el Acuerdo, o por presentar proyectos de ley sobre esas reformas que de manera sustancial atenuaban el espíritu y la letra del Acuerdo. Otras partes atribuyeron el punto muerto a los intentos, mediante una interpretación deliberadamente errónea del Acuerdo de Linas-Marcoussis, por privar al Presidente Gbagbo de sus prerrogativas constitucionales en favor del Primer Ministro Seydou Diarra.

18. Sin embargo, casi todas las partes en Côte d’Ivoire pusieron de manifiesto su disposición a reanudar el diálogo con el fin de reactivar el Gobierno de Reconciliación Nacional. El Presidente Gbagbo confirmó las garantías ofrecidas por el Primer Ministro Seydou Diarra con respecto a los siguientes asuntos:

a) el acuerdo sobre el estatuto de las fuerzas se firmaría para fines de junio de 2004;

b) en la primera semana de julio de 2004 se ultimarían las modalidades técnicas necesarias para que la ONUCI pudiera iniciar sus emisiones de radio;

y c) según un nuevo programa de aplicación de las disposiciones del Acuerdo de Linas-Marcoussis, todas las reformas legislativas previstas ya remitidas a la Asamblea Nacional (sobre composición de la comisión electoral independiente, nacionalidad y reforma agraria) quedarían aprobadas por la Asamblea para el 28 de julio de 2004.

El Presidente Gbagbo aseguró a la misión, en una reunión en la que también estuvieron presentes el Primer Ministro y el Presidente de la Asamblea Nacional, que convocaría un período extraordinario de sesiones de la Asamblea en el caso de que ésta no lograra aprobar los mencionados proyectos de ley antes de esa fecha. Sin embargo, el Presidente señaló que, conforme a lo previsto en la Constitución de Côte d’Ivoire, el proyecto de ley sobre el artículo 35, relativo a las condiciones que debía reunir el candidato a la Presidencia, no se presentaría hasta que se hubiera reunificado el territorio, es decir, cuando quedara concluido el programa de desarme, desmovilización, rehabilitación y reinserción y se restableciera la autoridad del Estado en todo el país. La misión refutó esta afirmación; y ciertamente, en muchas ocasiones durante su visita, expresó su pesar por la falta de confianza entre las partes que las había inducido a poner condiciones previas para la aplicación de elementos decisivos del Acuerdo de Linas-Marcoussis.

Observaciones y recomendaciones

19. La Misión estuvo de acuerdo en que el hecho de que no se encontrara una forma de salir del atolladero político en Côte d’Ivoire no sólo provocaría un desastre socioeconómico y humanitario de grandes proporciones y agravaría la brecha Norte-Sur existente en el país, sino que además trastocaría gravemente la estabilidad de la subregión en su conjunto. A la vez, la misión observó que había perspectivas lentadoras de hacer avanzar el proceso de paz, en particular la buena disposición de las partes en Côte d’Ivoire para reanudar el diálogo y la actitud positiva de los interesados regionales, entre los que se contaban dirigentes del África occidental y central, para prestarles ayuda en este sentido. La presencia del Primer Ministro y del Presidente de la Asamblea Nacional en la reunión de la misión con el Presidente Glogbo es una señal de fomento de la confianza entre ellos.

20. La misión señaló la preocupación expresada por el Comandante de la Fuerza de la ONUCI por el hecho de que, a diferencia de lo que ocurría con las fuerzas francesas de la Operación Licorne, las normas para entablar combate de la ONUCI no le permitían recurrir al uso de la fuerza al vigilar la cesación del fuego y brindar protección a los civiles en peligro de sufrir violencia física inminente en la zona de confianza. Esta discrepancia dificultaba una cooperación eficaz entre las dos fuerzas, como se había previsto, en operaciones que podrían requerir el uso de la fuerza.

21. La Misión recomienda que se adopten las medidas siguientes:

a) El Presidente Gbagbo y el Primer Ministro Seydou Diarra deberán celebrar consultas, como una cuestión prioritaria, con todos los signatarios del Acuerdo de Linas-Marcoussis sobre la mejor forma de reconstituir y reactivar el Gobierno a la mayor brevedad, en particular mediante la adopción de medidas urgentes de fomento de la confianza. Es preciso que estas medidas abarquen un programa concreto y sujeto a un marco temporal para la aplicación del Acuerdo y garantías de que los proyectos de ley sobre las reformas políticas ya remitidos a la Asamblea Nacional estarán aprobados para el 28 de julio de 2004, según las seguridades dadas por el Presidente Gbagbo. Las leyes en cuestión deberán ser compatibles con el espíritu y la letra del Acuerdo de Linas-Marcoussis;

b) Todas las partes en Côte d’Ivoire, en particular el Presidente Gbagbo y los tres principales dirigentes de la oposición, deberán comprometerse a mantener con regularidad un diálogo de alto nivel sin condiciones previas;

c) El Gobierno debe adoptar todas las medidas necesarias, entre ellasla disolución de todas las milicias, para poner fin a todos los actos hostiles y/o provocadores contra la ONUCI y contra todos los representantes de las Naciones Unidas. Habrá que brindar seguridades similares a todas las demás presencias extranjeras en el país, incluidas las fuerzas francesas de la Operación Licorne;

d) Deberían desplegarse efectivos complementarios de manera que la ONUCI alcanzara su dotación autorizada lo antes posible, y así pudiera establecer su presencia en todo el país. El Consejo acogerá con agrado la opinión del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz respecto de que si el mandato de la ONUCI está adecuadamente definido como para hacer posible un reajuste de sus normas para entablar combate que le permitan el uso de la fuerza al vigilar la cesación del fuego en la zona de confianza;

e) El Gobierno deberá honrar su compromiso de autorizar el funcionamiento de la emisora de radio de la ONUCI para principios de julio, de manera que la misión pueda contribuir a corregir el clima prevaleciente de informaciones falsas sobre el mandato de las Naciones Unidas, y desactivar la cultura de los medios de difusión que instigan el odio;

f) El Comité de Vigilancia (Comité de suivi) deberá colaborar estrechamente con el Gobierno de Reconciliación Nacional y con la CEDEAO en lo referente a la vigilancia del estricto cumplimiento por las partes del programa detallado y sujeto a un marco temporal en el que convengan para la aplicación del Acuerdo de Linas-Marcoussis;

g) El Representante Especial del Secretario General y el equipo de las Naciones Unidas en Côte d’Ivoire deben proseguir su estrecha colaboración con las organizaciones de la sociedad civil, en particular las asociaciones de mujeres, con miras a integrar sus preocupaciones en la labor que la ONUCI y otras partes realizan con el fin de promover el proceso de paz. Se ha de prestar especial atención a la incorporación de una perspectiva de género en las actividades de la ONUCI;

h) El Gobierno debe asegurarse de que sean identificados y llevados ante la justicia los responsables de violaciones de los derechos humanos resultantes de los acontecimientos ocurridos en Abidján entre el 25 y el 29 de marzo de 2004, según se consigna en el informe de la Comisión de Investigación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos;

i) Las partes en Côte d’Ivoire deben comprometerse a prestar su plena cooperación a la recientemente establecida Comisión Internacional de Investigación sobre las violaciones de los derechos humanos ocurridas desde septiembre de 2002. Una vez que la Comisión publique su informe, el Gobierno deberá asegurarse de que sean identificados y llevados ante la justicia los responsables de cometer violaciones de los derechos humanos. El Consejo de Seguridad ha de alentar una posible ayuda internacional en favor de las autoridades judiciales de Côte d’Ivoire para el logro de este objetivo;

j) El Gobierno debe seguir garantizando los desplazamientos y las operaciones sin trabas de los organismos humanitarios, así como la protección de los civiles, en particular de los grupos vulnerables como los niños y las mujeres. Deben adoptarse las medidas que hagan falta para que se eliminen todas las barricadas;

k) De conformidad con su mandato, la ONUCI tendrá que empezar a tomar las providencias necesarias para ayudar a las partes en Côte d’Ivoire a prepararse para las próximas elecciones generales, incluso mediante el establecimiento de un componente electoral dotado del personal y el equipo apropiado;

l) La misión encomia a los dirigentes de la CEDEAO por la contribución importante que han efectuado para que se supere el actual punto muerto político en Côte d’Ivoire y los exhorta a que sigan plenamente involucrados con las partes en Côte d’Ivoire y que para ello se aseguren de que éstas cumplen sus promesas recientes de reanudar el diálogo, reactivar el Gobierno de Reconciliación Nacional y agilizar el proceso de examen y aprobación en la Asamblea Nacional de las principales reformas legislativas previstas en el Acuerdo de Linas-Marcoussis y remitidas ya a la Asamblea. La misión recomienda además a los dirigentes de la CEDEAO que estudien la posibilidad de convocar una minicumbre de seguimiento para analizar los progresos realizados en la aplicación de las medidas concretas convenidas por las partes;

m) El Consejo de Seguridad debería vigilar de cerca el cumplimiento de las promesas formuladas a la misión por el Presidente Gbagbo y otras partes en Côte d’Ivoire, sobre todo en lo referente a la aprobación de leyes antes del 28 de julio y a la solución de las cuestiones relacionadas con el acuerdo sobre el estatuto de las fuerzas y el funcionamiento de la emisora de radio de la ONUCI para principios de julio. Convendría que el Consejo examinara medidas concretas contra las personas que obstruyeran la realización de estas promesas o la aplicación de las disposiciones del Acuerdo de Linas-Marcoussis o que no honraran los compromisos que hubieran adquirido con la misión.

Liberia

22. Causaron muy buena impresión en la misión los progresos realizados en Liberia desde la toma de posesión del Gobierno Nacional de Transición y del despliegue de la UNMIL en octubre de 2003. Los integrantes de la misión reconocieron, no obstante, que las dificultades inherentes a la reconstrucción y a la consolidación de la paz eran de tal magnitud que la comunidad internacional no podría dejar de estar intensamente comprometida por algún tiempo. La misión subrayó a todos los nterlocutores la importancia de que todas las partes dejaran de lado las diferencias entre las facciones y colaboraran constructivamente en beneficio del futuro de Liberia. En contrapartida, la misión reconoció que los donantes debían honrar sus compromisos. La misión exhorta a los donantes a que desembolsen con rapidez las contribuciones que prometieron efectuar en la conferencia internacional de donantes sobre Liberia, celebrada en febrero de 2004.

23. La misión señaló varias prioridades inmediatas para Liberia, entre las cuales la más urgente era el establecimiento de un entorno de seguridad. La misión acogió con satisfacción el hecho de que en breve se completaría el pleno despliegue de los efectivos de la UNMIL en todo el país y que se hubiera iniciado el adiestramiento de la nueva fuerza de policía de Liberia. En vista de los informes recientes sobre movimientos transfronterizos no autorizados, la misión recomienda que la UNMIL preste particular atención a la vigilancia de las fronteras exteriores de Liberia.

24. Habida cuenta de la importancia del restablecimiento de la autoridad del Gobierno en todo el país, la misión celebró el despliegue de oficiales de asuntos civiles de la UNMIL en ministerios y empresas paraestatales, como también en otras zonas fuera de Monrovia, y recomienda que a la mayor brevedad se contrate y despliegue al personal civil autorizado restante, incluidos oficiales de derechos humanos. Muchos interlocutores insistieron en la necesidad de reformar el sector de la seguridad y en restablecer la justicia y el imperio de la ley, y los ministros del Gobierno Nacional de Transición de Liberia señalaron como prioridades particulares la capacitación y la infraestructura en relación con los organismos encargados de hacer cumplir la ley. La misión acoge con satisfacción la contribución de los Estados Unidos de América en esta esfera y alienta a los donantes a efectuar aportes complementarios.

25. Muchos interlocutores destacaron que un programa eficaz de desarme, desmovilización, rehabilitación y reinserción era un requisito previo para el fomento de la estabilidad y la celebración de elecciones. Alrededor de 50.000 combatientes han entregado ya sus armas y se aplican arreglos especiales cuando se trata de mujeres y niños. A la misión le tranquilizó observar que el número aparentemente elevado de combatientes en relación con la cantidad de armas reflejaba el hecho de que era frecuente que los combatientes las compartieran. En respuesta a la inquietud de la misión por las discrepancias entre los pagos en concepto de armas en Liberia y Côte d’Ivoire, el Representante Especial del Secretario General dijo que este asunto se había planteado en la Comisión Nacional de desarme, desmovilización y reinserción en Côte d’Ivoire, que era un programa de este país y no de las Naciones Unidas. Entre las dificultades previstas cabía mencionar la repatriación de combatientes extranjeros, asunto que la UNMIL ya había empezado a examinar con otras misiones de las Naciones Unidas en la subregión, y la creación de oportunidades de reinserción para un máximo de 60.000 excombatientes.

26. Al igual que en otros países de la región, una preocupación común en Liberia era que si bien se destinaban recursos considerables al desarme y la desmovilización, en cambio no había planificación ni recursos suficientes para las actividades de reinserción y rehabilitación, que se financiaban con contribuciones voluntarias. Los ministros del Gobierno Nacional de Transición de Liberia afirmaron que una inanciación adecuada para las medidas de reinserción era un aspecto de importancia crucial. Los representantes de la sociedad civil señalaron que en una reinserción verdadera tenían que participar comunidades enteras, incluidos los no combatientes. La misión está de acuerdo en que resulta fundamental una financiación suficiente y oportuna destinada a la reinserción y exhorta a los donantes a contribuir enerosamente, en particular por conducto del fondo fiduciario establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En vista de la importancia de la coordinación, la misión celebró el establecimiento de una unidad conjunta de aplicación del programa de desarme, desmovilización, rehabilitación y reintegración, integrada por todos los interesados.

27. Todos los interlocutores de la misión convinieron en la importancia de que se celebraran elecciones libres, limpias y transparentes dentro del plazo que vencía en octubre de 2005. La Comisión Nacional Electoral (Commission Nationale Éléctorale), recientemente reconstituida, estará encargada de organizar las elecciones y, por su parte, las Naciones Unidas coordinarán la asistencia técnica necesaria y la CEDEAO, la Unión Africana y la Unión Europea proporcionarán observadores. El Presidente Bryant dijo que por ello resultaba fundamental el fomento de la capacidad financiera, técnica y logística de la citada Comisión Nacional Electoral. El Presidente y los miembros de esta Comisión describieron las dificultades que encaraban, entre otras el registro de electores, la educación cívica (en especial en las zonas rurales) y el fortalecimiento de la función de la sociedad civil en las elecciones, además de las tareas básicas de planificación, organización y realización de las elecciones. A pesar de algunos fondos procedentes del Gobierno Nacional de Transición de Liberia y de las promesas de ayuda formuladas por donantes, la Comisión Nacional Electoral se enfrentaba a graves limitaciones en materia de recursos; por ejemplo, todas las oficinas electorales de los distritos habían resultado destruidas y la Comisión no contaba más que con un solo vehículo. La misión alienta a los donantes a que apoyen la labor vital de la Comisión con contribuciones financieras y técnicas y destaca asimismo la importancia de ayudar a las mujeres a prepararse para participar en las elecciones. Los miembros del Gobierno Nacional de Transición de Liberia insistieron ante la misión en las consecuencias para el proceso electoral del reasentamiento de los excombatientes liberianos repatriados desde otros países de la región.

28. El Presidente Bryant y los ministros del Gobierno Nacional de Transición de Liberia hicieron hincapié en que las sanciones de las Naciones Unidas relativas a la madera y los diamantes fueran levantadas con el fin de que se generaran ingresos destinados a la reconstrucción de Liberia. Varios representantes de la sociedad civil argumentaron, no obstante, que las sanciones deberían seguir en vigor hasta que hubiera plena rendición de cuentas y transparencia y hasta que el Gobierno Nacional de Transición de Liberia hubiera establecido su control sobre la madera y los diamantes. La misión reiteró el deseo del Consejo de Seguridad de que las sanciones terminaran tan pronto como se hubiesen cumplido las condiciones estipuladas en la resolución 1521 (2003), y acogió con satisfacción las medidas en curso de adopción o previstas por el Gobierno Nacional de Transición de Liberia con el fin de cumplir normas estrictas sobre la gestión de los fondos públicos, prepararse para incorporarse al Proceso de Kimberley y reformar el sector de la madera. Aclaró que la prohibición de importar diamantes podría levantarse una vez que Liberia contara con un sistema de certificados de origen para los diamantes, que fuera transparente e internacionalmente verificable, lo que prepararía el terreno para que Liberia se incorporara al Proceso de Kimberley. La misión recomienda que el Gobierno Nacional de Transición de Liberia prosiga sus esfuerzos por alcanzar los objetivos previstos en su plan de acción sobre la madera, incluida la gestión transparente de los ingresos públicos; alienta al Proceso de Kimberley y al Consejo Superior de los Diamantes, con sede en Amberes (Bélgica), a que colaboren con el Gobierno Nacional de Transición de Liberia en lo relativo a un sistema de certificados de origen de los diamantes; insta a los donantes a que apoyen estas actividades; y aguarda con interés la evaluación que efectuará al respecto el grupo de expertos sobre las sanciones aplicadas a Liberia. El Sr. Jacques Klein, Representante Especial del Secretario General, reiteró asimismo su propuesta de que se encomendara a la UNMIL una función más activa en lo referente a la vigilancia de las sanciones. La misión recomienda al Consejo que estudie esta propuesta.

29. El Presidente Bryant puso de relieve ante la misión que el crecimiento económico y las oportunidades de empleo, en especial mediante las inversiones privadas y el desarrollo de la infraestructura, tendrían una importancia fundamental para la paz y la estabilidad a largo plazo de Liberia y para reducir el riesgo de una reactivación del conflicto. Un motivo de preocupación para los representantes de la sociedad civil era que siguiera cundiendo la corrupción. La misión estuvo de acuerdo en que era vital eliminarla. La misión alienta al Gobierno Nacional de Transición de Liberia a que siga adoptando las medidas necesarias para luchar contra la corrupción y para estudiar la manera de atraer inversiones privadas, en forma conjunta con los donantes y los asociados para el desarrollo.

30. La misión reconoció las dificultades que entrañaba la prestación de la ayuda humanitaria necesaria en Liberia, sobre todo cuando había que repatriar hasta 350.000 refugiados liberianos en la subregión antes de octubre de 2005. La misión alienta a los donantes a que efectúen contribuciones con rapidez, en especial al Programa Mundial de Alimentos (PMA) y a las actividades de repatriación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). Destacó la importancia de la coordinación entre la UNMIL, los organismos de ayuda humanitaria y las organizaciones no gubernamentales, y celebró el hecho de que el Representante Especial Adjunto del Secretario General para asuntos humanitarios también desempeñara las funciones de Representante Residente del PNUD y Coordinador de la Ayuda Humanitaria.

31. Tanto el Presidente Bryant como el Representante Especial del Secretario General consideraron que la estabilidad subregional era un factor indispensable para la propia seguridad de Liberia, y señalaron que en la Cumbre de la Unión del Río Mano, celebrada en Conakry, el 20 de mayo de 2004, los Estados miembros habían convenido en medidas para fortalecer la seguridad, como el establecimiento de patrullas fronterizas conjuntas. Sin embargo, expresaron su preocupación por los movimientos transfronterizos no autorizados ocurridos en fecha reciente. El Representante Especial del Secretario General dijo que la UNMIL colaboraba con otras misiones de las Naciones Unidas en la subregión para diseñar una respuesta más eficaz a los problemas transfronterizos, como la circulación de armas y mercenarios y la trata de personas. Ya se habían logrado avances en lo relativo a la logística, el enlace militar y el programa de desarme, desmovilización, rehabilitación y reinserción. Empezaba a darse una coordinación similar con la CEDEAO. La misión recomienda que la UNMIL prosiga estas actividades y aguarda con interés las próximas recomendaciones del Secretario General sobre una utilización más efectiva de los activos de las Naciones Unidas en la subregión. También alienta a los países miembros de la Unión del Río Mano a que honren los compromisos que adquirieron en la reciente cumbre.

32. La misión abordó la cuestión del futuro del ex Presidente Taylor de Liberia con interlocutores de varios países. Mientras que algunas partes, en especial epresentantes de organizaciones de la sociedad civil, ejercieron presión para que el ex Presidente Taylor fuera llevado a juicio ante el Tribunal Especial para Sierra Leona, a otras partes les inquietaba la posibilidad de que con ello se pusiera en eligro el proceso de paz en Liberia. La misión insistió ante todas las partes, no obstante, en que no podía haber impunidad con respecto a graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y en que, cuando quedara asegurada la estabilidad, habría muy fundados motivos para llevar al ex Presidente Taylor ante la justicia.

Sierra Leona

33. La misión se mostró complacida ante los importantes progresos alcanzados en el proceso de consolidación de la paz en Sierra Leona, la celebración con éxito de las elecciones para el gobierno local (las primeras en 32 años), el traspaso gradual de la responsabilidad de velar por la seguridad en las provincias de las zonas eptentrional y meridional al Gobierno por la UNAMSIL y la consolidación progresiva de la autoridad estatal. Así pues, la UNAMSIL había proseguido la ejecución de su plan de ajuste, reducción y retiro.

34. No obstante, el Gobierno todavía afrontaba numerosas dificultades: problemas internos como el desempleo generalizado y el resultado de las vistas que se estaban celebrando en el Tribunal Especial para Sierra Leona y el establecimiento del pleno control de las zonas de extracción de diamantes; y los peligros externos de posible extensión de otros conflictos de la región. Por consiguiente, el Presidente Kabbah acogió complacido la decisión del Consejo de Seguridad de mantener una presencia residual de la UNAMSIL en Sierra Leona durante un período inicial de seis meses a partir de enero de 2005. Esperaba que ello permitiera al ejército y a la policía de Sierra Leona aumentar su capacidad y recursos en tal medida que pudieran hacerse cargo por completo de la seguridad nacional. La misión destaca la importancia de ese objetivo y alienta a los donantes a que contribuyan a la reestructuración y el refuerzo del sector de la seguridad, inclusive de la infraestructura y el equipo.

35. La misión destacó la necesidad de resolver las causas fundamentales de conflicto, entre otras cosas, por medio de una estrategia de reducción de la pobreza, la consolidación continua de la autoridad estatal en todo el país y la adopción de medidas de lucha contra la corrupción. Varios interlocutores hicieron hincapié en la importancia de resolver los principales problemas socioeconómicos que, de no solucionarse, podrían poner en peligro la seguridad del país. Todos convinieron en que era crucial la creación de empleos y el crecimiento económico, sobre todo para los jóvenes. El retiro de la UNAMSIL en 2005 tendría consecuencias negativas para la economía del país, por lo menos a corto plazo. Se requerían tasas de crecimiento elevadas para contrarrestar esas consecuencias y ayudar a Sierra Leona a salir de la pobreza. El Presidente Kabbah dijo que era importante contar con la asistencia oportuna de los colaboradores para el desarrollo de Sierra Leona, incluida la Unión Europea. La misión alienta a los colaboradores para el desarrollo de Sierra Leona a que cumplan lo antes posible sus promesas de contribuciones.

36. Una de las cuestiones de mayor prioridad seguía siendo el restablecimiento de un control eficaz de los recursos minerales del país por el Gobierno, sobre todo la explotación de diamantes. La misión se enteró de que en junio de 2004 la exportación oficial de diamantes había subido a 54 millones de dólares, frente a los 9 millones de dólares en 2000, gracias al aumento de la extracción lícita de minerales, la reanudación de la explotación de kimberlita en Koidu y la aplicación del régimen de certificación del proceso de Kimberley.

37. La misión visitó el Tribunal Especial para Sierra Leona y felicitó al Fiscal y al Secretario por los progresos alcanzados desde la última misión del Consejo. Se había construido ya el local del Tribunal y el 3 de junio de 2004 se habían iniciado los juicios con las vistas conjuntas de antiguos miembros de la Fuerza de Defensa Civil, incluido su dirigente, el Jefe Hinga Norman. La misión acogió complacida el apoyo permanente prestado por la UNAMSIL en materia de seguridad, logística y relaciones públicas. Asimismo, celebró el hecho de que hubiese concluido la labor del Tribunal que, al retirarse de Sierra Leona, dejará un excelente local así como la valiosa experiencia jurídica adquirida por los sierraleoneses que trabajaban con el Tribunal.

38. El Fiscal sostuvo categóricamente que la justicia exigía que se entregara al Tribunal al ex Presidente Taylor para su enjuiciamiento. De conformidad con el statuto del Tribunal, en su caso no era aplicable la inmunidad concedida a jefes de Estado. El Fiscal confirmó que los cargos formulados contra el ex Presidente Taylor seguirían siendo válidos incluso una vez que el Tribunal concluyera su labor en 2005, según el programa actual. Ante una pregunta sobre el reclutamiento de niños soldados, el Fiscal confirmó que se trataba de un delito que competía a la urisdicción del Tribunal.

39. El Presidente Kabbah expresó su preocupación a la misión respecto de la precaria situación financiera del Tribunal. Dijo que siempre le había molestado el concepto de la financiación con fondos voluntarios. Habida cuenta de la importancia del Tribunal para la reconciliación a largo plazo en Sierra Leona y reconociendo la forma económica y eficaz en que se administra el Tribunal, la misión recomienda que los donantes, sobre todo quienes no hayan contribuido aún, hagan todos los esfuerzos posibles por aportar fondos al Tribunal.

40. Varios interlocutores señalaron a la Comisión que la labor del Tribunal Especial influía en la estabilidad de Sierra Leona; algunos propusieron que se aceleraran los trabajos del Tribunal Especial a fin de que quedaran concluidos mientras continuaran las operaciones de la UNAMSIL.

41. La misión formuló preguntas acerca de la relación entre el Tribunal y la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. El Fiscal dijo que ambas instituciones eran mecanismos complementarios, dos elementos clave de la paz duradera y la reconciliación en Sierra Leona. Una vez que se publique el informe de la Comisión, iniciará su labor la recién establecida Comisión de Derechos Humanos.

42. El Secretario sostuvo que debían eliminarse de la lista de prohibición de viajes los nombres de los cinco detenidos que custodiaba el Tribunal, a quienes se aplicaba la prohibición de viajes con arreglo a las sanciones de las Naciones Unidas. Sería perjudicial para la causa de la justicia si, al igual que lo ocurrido en el caso de Foday Sankoh, alguno de los detenidos falleciera mientras se encontraba en custodia. La misión recomienda al Comité de Sanciones de las Naciones Unidas sobre Sierra Leona que examine esa propuesta.

Guinea-Bissau

43. La visita de la misión a Guinea-Bissau se realizó conjuntamente con el Grupo Consultivo Especial sobre Guinea-Bissau del Consejo Económico y Social y el Grupo de Amigos de Guinea-Bissau (véase el anexo para la lista de participantes). Se presentaron la evaluación y las recomendaciones conjuntas que figuran a continuación.

44. La misión acogió complacida los importantes adelantos obtenidos en la transición política de Guinea-Bissau y encomió las gestiones del Gobierno destinadas a atender sus prioridades a corto plazo más urgentes, por ejemplo el pago puntual de los sueldos a los funcionarios públicos y el personal de las fuerzas armadas y la vigilancia de la rendición de cuentas y transparencia en la gestión de los fondos públicos. Asimismo, encomió la decisión del Gobierno de reforzar la cooperación y el diálogo con organizaciones internacionales privadas e institucionales, en aplicación del enfoque de colaboración aprobado por el Consejo Económico y Social en 2003, con miras a aumentar los ingresos y recuperar la confianza económica y financiera internacional. También reconoció con agradecimiento las observaciones positivas formuladas por una misión visitante del Fondo Monetario Internacional (FMI), que traslucía señales alentadoras de apoyo renovado al país. La misión felicitó a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa por la ayuda proporcionada a la transición política en Guinea-Bissau y las instó a continuar esa labor.

45. La misión exhortó al Gobierno a perseverar en su determinación por consolidar el proceso democrático, promover una buena gestión de los asuntos públicos, el respeto de los derechos humanos y el Estado de derecho y por crear, con la asistencia de la comunidad internacional, las condiciones necesarias para organizar en marzo de 2005 elecciones presidenciales libres, limpias y transparentes. El Gobierno destacó la necesidad que tenía de contar con asistencia financiera y técnica para organizar las elecciones y pidió el apoyo de la comunidad internacional en ese sentido.

46. La misión dio seguridades al Gobierno de que la comunidad internacional seguiría apoyando los esfuerzos de Guinea-Bissau y recomendaría a los colaboradores internacionales, las instituciones de Bretton Woods y otros donantes que prestaran los recursos que el país necesitaba con urgencia para atender sus necesidades sociales y económicas, teniendo en cuenta las prioridades fijadas por el Gobierno.

47. La misión manifestó al Gobierno su preocupación respecto de los peligros transfronterizos procedentes de un país vecino, así como la gran cantidad de armas que se encontraban en manos de la población, y recomendó al Consejo de Seguridad que examinara esas cuestiones.

Observaciones y recomendaciones

48. La misión estima que, pese a los notables progresos alcanzados hacia la transición pacífica en Guinea-Bissau, la situación general del país sigue siendo sumamente frágil. Es preciso que se haga todo lo posible por resolver varios problemas importantes, incluidos: a) la reestructuración de las fuerzas armadas para transformarlas en una fuerza profesional con miras a reducir al mínimo los riesgos de nuevos conflictos y de inestabilidad; b) el fortalecimiento de las instituciones públicas nacionales; c) la eliminación de las desigualdades sociales y económicas; d) la promoción de un diálogo político amplio e incluyente; e) la movilización de recursos internos y externos, de fuentes bilaterales y multilaterales, con el fin de promover el desarrollo social y económico y velar por el pago puntual de los sueldos a los funcionarios públicos y al personal militar. La misión exhorta a la comunidad internacional a que se siga apoyando la consecución satisfactoria de esos objetivos.

49. La misión recomienda:

a) A los asociados para el desarrollo y la comunidad de donantes, incluidas las instituciones de Bretton Woods y la Unión Europea, que respondan con generosidad a las medidas positivas adoptadas por el Gobierno y que presten recursos tanto financieros como técnicos a fin de permitir que el Gobierno atienda sus necesidades más urgentes;

b) Al Gobierno y el Fondo Monetario Internacional que realicen un diálogo amplio con miras a la reanudación de un programa del Fondo;

c) Al PNUD que siga prestando asistencia al Gobierno en los preparativos para la conferencia de mesa redonda que se celebrará a finales de 2004;

d) Al Gobierno que adopte todas las medidas posibles para reforzar una cultura de buena gestión de los asuntos públicos, democracia y respeto del Estado de derecho y los derechos humanos, entre otras cosas, mediante el aumento de la capacidad institucional;

e) A los colaboradores bilaterales y multilaterales que apoyen la reestructuración de las fuerzas armadas;

f) Al Grupo Consultivo Especial sobre Guinea-Bissau del Consejo Económico y Social y al Consejo de Seguridad que sigan vigilando y apoyando la evolución política, económica y social de Guinea-Bissau;

g) A la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) que incluya a Guinea-Bissau en sus políticas regionales de detención de la proliferación de armas pequeñas y otros peligros para la seguridad de la región.

La subregión del África occidental: observaciones y recomendaciones

50. En 2003, la misión del Consejo de Seguridad pidió que se aumentara el apoyo internacional a la CEDEAO. En 2004, la misión se mostró complacida al enterarse por el Secretario Ejecutivo de la CEDEAO y el Representante Especial del Secretario General para el África Occidental que se había ampliado notablemente el programa de colaboración entre la CEDEAO y la Oficina del Representante Especial del Secretario General para el África Occidental. El programa tiene por objeto resolver algunos problemas transfronterizos en la subregión, incluidos varios señalados por la misión de 2003: barricadas ilícitas en las carreteras nacionales y regionales, que representan un obstáculo importante al desarrollo económico de la región; desempleo de los jóvenes; y necesidad de asistencia para el proceso electoral. La misión apoya los esfuerzos conjuntos de la Unión Europea, el PNUD y la Oficina del Representante Especial del Secretario General para el África Occidental que tienen por objeto crear la capacidad de planificación estratégica y operacional en la oficina del Secretario Ejecutivo de la CEDEAO. Asimismo, acoge complacida la iniciativa adoptada por la Oficina del Representante Especial y la CEDEAO encaminada a descubrir formas posibles de impedir golpes de Estado y otros medios inconstitucionales de tomar y retener el poder, así como a mitigar los abusos de poder que suelen ser las causas fundamentales de los intentos de golpes de Estado.

51. La CEDEAO y el sistema de las Naciones Unidas también están colaborando con el fin de traducir en proyectos y actividades concretas las recomendaciones contenidas en el informe del Secretario General sobre los medios para combatir los problemas subregionales y transfronterizos en el África occidental de 12 de marzo de 2004 (S/2004/200) y la declaración del Presidente del Consejo de Seguridad de 25 de marzo de 2004 (S/PRST/2004/7). La misión aguarda con interés el informe sobre la aplicación de esas recomendaciones, que habrá de presentarse hacia finales de 2004.

52. Si bien en Liberia la conclusión del conflicto y el inicio de las actividades de desarme, desmovilización y reinserción deben poner fin a la utilización de niños soldados en el país, en la región no ha terminado por completo la contratación de niños soldados. La misión pide a todas las partes que pongan fin a la utilización de niños soldados, destaca la necesidad de redoblar esfuerzos para la reinserción de niños excombatientes y acoge complacida las gestiones realizadas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y otros colaboradores para reforzar la dependencia de protección de la infancia de la CEDEAO.

53. En 2003 la misión expresó la opinión de que consideraba conveniente fortalecer la Oficina del Representante Especial del Secretario General para el África ocidental con recursos procedentes tanto de las Naciones Unidas como de los Estados Miembros, y de que debía aumentarse más la cooperación de la Oficina del Representante Especial con la CEDEAO. Si bien cuenta ahora con una plantilla completa de siete funcionarios del cuadro orgánico, si dispusiera de recursos adicionales podría cumplir su mandato con mayor eficacia. Habida cuenta de la gran variedad de actividades que realiza la Oficina y la importancia de contar con un criterio regional coherente en relación con los conflictos y otros problemas que afligen al África occidental, la misión recomienda que se proporcionen recursos adicionales a la Oficina, a la brevedad posible.

54. En la declaración de su Presidente de 25 de marzo de 2004, el Consejo de Seguridad subrayó la importancia de adoptar un enfoque regional en la preparación y ejecución de programas de desmovilización, desarme y reinserción en el África occidental. La misión apoya enérgicamente esa propuesta dada la facilidad que existe en la subregión para el cruce de las fronteras entre los Estados y para la circulación de armas y combatientes. La misión recomienda que la Oficina siga colaborando con las misiones de las Naciones Unidas con miras a armonizar los diversos programas de desarme, desmovilización y reinserción en la región y eliminar las disparidades entre ellos, por ejemplo las principales discrepancias sobre el pago de las armas. La misión destaca la necesidad de que el criterio regional relativo al desarme, la desmovilización y la reinserción se aplique no sólo a los países que emerjan de conflictos sino también a los países que se hayan visto gravemente afectados por los conflictos en los países vecinos, por ejemplo, Guinea, Malí y Burkina Faso.

55. La misión expresó su complacencia al saber que la CEDEAO tenía previsto reforzar la suspensión de la importación, la exportación y la fabricación de armas pequeñas y ligeras, firmada en Abuja el 31 de octubre de 1998, y reemplazarla con un convenio de carácter obligatorio. La misión pide a todos los países de procedencia de las armas exportadas al África occidental que estudien con mayor escrupulosidad la emisión de certificados de usuario final y que adopten las medidas necesarias contra los transgresores de la legislación nacional o de la sanciones de las Naciones Unidas al respecto. La misión estima que sería provechoso que el Secretario General formulara recomendaciones sobre las medidas que podría adoptar el Consejo de Seguridad para ayudar a reducir la proliferación de armas pequeñas en la región.

56. La misión se siente muy alentada por los esfuerzos del África occidental encaminados a aumentar la capacidad de la subregión para el mantenimiento de la paz como parte de la estrategia general de la Unión Africana con el establecimiento de una fuerza de reserva de despliegue más rápido. La misión pide que un mayor número de países e instituciones donantes presten asistencia, en particular capacidad de transporte y otro tipo de asistencia logística, por intermedio de centros de capacitación de excelencia como el Centro Internacional Kofi Annan de capacitación en mantenimiento de la paz, de Accra.

57. La misión ha examinado a fondo la importancia de desarrollar una estrategia eficaz de prevención de conflictos. La misión alienta a la CEDEAO a formular una estrategia eficaz de prevención de conflictos en colaboración con la Oficina del Representante Especial del Secretario General para el África Occidental y teniendo en cuenta las recomendaciones de la reciente de la misión de evaluación de las Naciones Unidas y la Unión Europea.

58. Muchos interlocutores indicaron a la misión su preocupación sobre los problemas especiales que sufren algunas zonas fronterizas del África occidental y el hecho de que a menudo sean las primeras en resultar afectadas por la inestabilidad vecina. Algunas zonas especialmente sensibles son las de la provincia de Guinea- Forestiere en Guinea, que tiene fronteras con Sierra Leona, Liberia y Côte d’Ivoire, y las provincias de Malí y Burkina Faso junto a Côte d’Ivoire. La misión recomienda al sistema de las Naciones Unidas que elabore estrategias integradas para hacer frente a los numerosos problemas que afligen a esas zonas, con el fin de impedir la extensión de conflictos en el futuro. Las estrategias abarcarían a la Oficina del Representante Especial del Secretario General para el África Occidental, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Secretaría, los equipos pertinentes de las Naciones Unidas en los países, la Unión Europea y otros colaboradores en el desarrollo y operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en los países donde se origina gran parte de la inseguridad.

59. En varios países la misión tuvo conocimiento de la preocupación existente respecto de los movimientos transfronterizos no autorizados de países vecinos. La misión estuvo de acuerdo en la necesidad de que continuaran las operaciones para impedir los movimientos transfronterizos no autorizados que seguían siendo motivo de preocupación y posibles factores de desestabilización. Por consiguiente, la misión exhorta a todos los países de la subregión a que velen por que los controles fronterizos reduzcan esos movimientos; y exhorta a las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas a que presten una atención especial a la vigilancia de las zonas fronterizas. El Presidente de Guinea aseguró a la misión que en las zonas fronterizas las fuerzas de seguridad de Guinea realizaban patrullas y confiscaban armas pequeñas.

60. Por lo general ha sido baja la respuesta a los llamamientos humanitarios unificados para la región. La misión exhorta a los donantes a que aumenten sus contribuciones en respuesta a los llamamientos. Asimismo, pide que se preste un mayor apoyo a las organizaciones de la sociedad civil del África occidental, sobre todo los grupos de mujeres, a fin de ayudar a esas organizaciones a desempeñar una función más decisiva en la promoción de la paz y el desarrollo sostenible.

61. Algunos otros problemas señalados durante la misión fueron las tasas alarmantes de VIH/SIDA en partes de la región, exacerbadas por los diversos conflictos. Se examinó la cuestión de la poliomielitis con el Presidente Obasanjo, quien dijo que la falta de vacunas en el Estado de Kano era inexcusable, pero que la cuestión se resolvería pronto.

62. Muchos interlocutores destacaron la necesidad de que se crearan empleos y oportunidades económicas en el África occidental como elementos esenciales para la paz duradera. De lo contrario, los países podrían caer fácilmente en situación de conflicto, sobre todo una vez que se retiraran las misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas. Se destacó la necesidad de que los países de la región, en colaboración con sus asociados internacionales, hicieran el máximo posible por crear un clima más favorable para las inversiones. Si no se dispone de una inversión privada y pública mucho mayor en el África occidental, será difícil alcanzar los iveles de crecimiento económico necesarios para resolver en toda la región el problema urgente del desempleo entre los jóvenes. En consecuencia, la misión recomienda a los gobiernos de la región que se esfuercen por alcanzar una mayor rendición de cuentas y transparencia gubernamental, con la adopción de medidas como campañas y políticas enérgicas de lucha contra la corrupción.

63. La misión estuvo de acuerdo con muchos interlocutores que insistieron en el principio de que no se reconociera la impunidad de las personas que hubieran cometido graves abusos en materia de derechos humanos o que hubieran azuzado el conflicto en sus propios territorios o en los de sus vecinos. La misión exhorta al Consejo de Seguridad a que adopte las medidas necesarias en el momento adecuado, inclusive la imposición de sanciones concretas a determinadas personas.

64. La misión reiteró su apoyo al aumento de los niveles de colaboración y coordinación dentro y fuera de las misiones de las Naciones Unidas en el África occidental. Señaló que el Grupo de Trabajo de misiones de las Naciones Unidas presidido por la UNAMSIL había iniciado su labor. La misión aguarda con interés el informe del Secretario General sobre el tema, así como los resultados de las reuniones periódicas del Representante Especial del Secretario General en la región.

65. La misión reconoce plenamente que la atención internacional que se presta a los países donde se realizan misiones de paz de las Naciones Unidas no debe darse a expensas de los países de la región que gocen actualmente de estabilidad y que emuestren su firme compromiso respecto de la buena gestión de los asuntos públicos, la protección de los derechos humanos y las relaciones de buena vecindad. La misión alienta a la comunidad internacional a que refuerce su colaboración con esos países y a que siga prestándoles asistencia, a manera de ejemplo para otros países y como aliciente a los países mencionados para que prosigan sus esfuerzos.

66. La misión quiere dejar constancia de su profundo agradecimiento por los esfuerzos realizados en pro de la paz y el desarrollo del África occidental por los cuatro Representantes Especiales del Secretario General, así como los demás jefes de oficinas de las Naciones Unidas en la región. Da las gracias también por su papel fundamental en el éxito de la misión a todos los funcionarios de las Naciones Unidas de la región y los miembros de la Secretaría que acompañaron a la misión.

Anexo

Mandato y composición de la misión del Consejo de Seguridad en el África Occidental realizada del 20 al 29 de junio de 2004

A. Mandato

A escala regional
• Identificar una estrategia coherente para la intervención de las Naciones Unidas en la variedad de situaciones que van de la prevención de los conflictos a la consolidación de la paz
• Alentar a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y sus Estados miembros a que, en coordinación con las Naciones Unidas, elaboren y apliquen una estrategia subregional de prevención de los conflictos, incluida la forma de encarar los problemas transfronterizos • Evaluar qué tipo de apoyo práctico se necesita para fortalecer la CEDEAO, particularmente en su labor en materia de prevención de conflictos y mantenimiento y consolidación de la paz
• Fomentar el fortalecimiento de la cooperación entre los Estados de la subregión y entre la CEDEAO, la Unión del Río Mano y las Naciones Unidas
• Determinar qué otras medidas se necesitan para promover la paz y la seguridad sostenibles, incluido el desarrollo, y el papel de los donantes en la prestación de apoyo a esas medidas
• Considerar la forma de aprovechar la cooperación actual entre las misiones de las Naciones Unidas y los órganos de las Naciones Unidas en la subregión, incluso por conducto de las oficinas del Representante Especial del Secretario General para el África Occidental
• Evaluar el progreso alcanzado en el cumplimiento de los objetivos establecidos por el Consejo en materia de protección de civiles y niños afectados por conflictos armados
• Destacar la necesidad de que todos los países respeten sus obligaciones en la esfera de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario
• Subrayar el apoyo del Consejo a la sociedad civil, incluidos los grupos de mujeres
• Evaluar el papel de las sanciones y su eficacia para contribuir a la consolidación de la paz y la estabilidad en la subregión

Sierra Leona

• Evaluar el progreso alcanzado en la consolidación de la seguridad a largo plazo y el desarrollo sostenible, identificando las esferas a que el Gobierno y los donantes
prestan atención prioritaria
• Examinar los criterios de referencia apropiados para el retiro de la Misión de las Naciones Unidas en Sierra Leona (UNAMSIL) en 2005
• Evaluar la contribución del Tribunal Especial y de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación a la eliminación de las causas fundamentales del conflicto Liberia
• Apoyar al Gobierno Nacional de Transición de Liberia en sus esfuerzos por reconstruir el país y establecer las condiciones para la celebración de elecciones
libres y limpias en 2005
• Instar a todos los miembros del Gobierno Nacional de Transición de Liberia a que trabajen conjuntamente en pos de los objetivos comunes y velen por que ninguna facción obstruya la aplicación del Acuerdo de Paz de Accra
• Evaluar los efectos del Comité de Supervisión de la Aplicación en el logro de la aplicación plena del Acuerdo de Paz de Accra
• Examinar el progreso alcanzado por la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL) en el establecimiento de la seguridad y el cumplimiento de su mandato, especialmente en relación con el desarme, la desmovilización y la reinserción
• Evaluar el progreso alcanzado en el cumplimiento de los criterios para el levantamiento de las sanciones

Côte d’Ivoire

• Recordar a todos los partidos de Côte d’Ivoire su responsabilidad de mantener el proceso de reconciliación nacional en marcha, incluso mediante la participación de buena fe en el Gobierno de Reconciliación Nacional y en las actividades parlamentarias, y procediendo al desarme de las milicias y grupos armados, como se estipula en el Acuerdo de Linas-Marcoussis
• Evaluar la ayuda de la Operación de las Naciones Unidas en Côte d’Ivoire y el Comité de Seguimiento en lograr la aplicación plena del Acuerdo de Linas-Marcoussis por todas las partes y la celebración de elecciones creíbles y transparentes en 2005
• Examinar los logros alcanzados en la solución de las causas profundas del conflicto

Guinea-Bissau

• Demostrar el apoyo del Consejo a los esfuerzos que realiza el Gobierno para promover la reconciliación nacional y restablecer las instituciones democráticas, incluida la celebración de elecciones presidenciales libres y limpias en 2005
• En colaboración con el Grupo Consultivo Especial sobre Guinea-Bissau del Consejo Económico y Social, evaluar las necesidades prioritarias del Gobierno y determinar qué nuevos pasos se pueden dar para fortalecer la colaboración entre el Gobierno y la comunidad internacional y alentar a los donantes a prestar más apoyo

B. Composición

La misión estuvo integrada por las siguientes personas:
Emyr Jones Parry, jefe de la misión (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte)
Mourad Benmehidi (Argelia)
Ismael Gaspar Martins (Angola)
Joël W. Adechei (Benin)
Irene Vida Gala (Brasil)
Hugo Ignacio Llanos (Chile)
Jiang Jiang (China)
Jean-Marc de La Sablière (Francia)
Stefan Delfs (Alemania)
Sohail Mahmood (Pakistán)
Patrick Chuasoto (Filipinas)
Marius Dragolea (Rumania)
Ana Jiménez (España)
Sichan Siv (Estados Unidos de América)

En Guinea-Bissau la misión incluía también a:
Dumi sani S. Kumalo (Sudáfrica)
Crispin Grey-Johnson (Gambia)
Benedicto Fonseca Filho (Brasil)



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