domingo, janeiro 09, 2005

Relatório do Secretário-Geral da ONU

Origem do documento: Centro de Documentação da ONU, 29 Set 2000

Proyecto de informe del Secretario General sobre la evolución de la ituación en Guinea–Bissau y las actividades de la Oficina de las Naciones Unidas de Apoyo a la Consolidación de la Paz en ese país

I. Introducción

1. Este informe se presenta de conformidad con lo dispuesto en el párrafo 14 de la resolución 1233 (1999) del Consejo de Seguridad, de 6 de abril de 1999, en que el Consejo me pidió que lo mantuviera informado con regularidad de la situación y le presentara un informe cada 90 días sobre la evolución de la situación en Guinea–Bissau y sobre las actividades de la Oficina de las Naciones Unidas de Apoyo a la Consolidación de la Paz en Guinea–Bissau (UNOGBIS).

2. Los miembros del Consejo recordarán que desde la presentación de mi último informe de 28 de junio de 2000 (S/2000/632), el Subsecretario General de Asuntos Políticos, Sr. Danilo Türk, atendiendo a un pedido del Consejo, lo informó el 2 de agosto, acerca de la situación a lo largo de la frontera entre Guinea–Bissau y el Senegal, y destacó en esa oportunidad los esfuerzos de los dirigentes de ambos países para garantizar la seguridad a lo largo de su frontera común.

3. El presente informe se refiere a la evolución de la situación en Guinea–Bissau desde mi último informe y con posterioridad a la reunión de información en que participó el Sr. Türk. Se centra en los esfuerzos realizados por el Gobierno para seguir consolidando los avances democráticos alcanzados y estabilizar la situación en la frontera con el Senegal. También destaca la función de facilitación desempeñada por la UNOGBIS con miras al logro de esos objetivos.

II. Acontecimientos políticos

4. Me complace comunicar al Consejo que, durante el período que se examina y pese a algunos problemas internos graves, las incipientes instituciones democráticas de Guinea–Bissau parecían sobrevivir. Cuando, a principios de septiembre, el Presidente Yala destituyó a cinco ministros pertenecientes al partido rival Resistencia de Guinea–Bissau (RGB) de los cargos que ocupaban en el Gobierno de coalición, el RGB y el Partido de Renovación Social (PRS) del Presidente entablaron un diálogo pacífico y lograron negociar una solución que evitó el colapso del gobierno que se había instaurado nueve meses antes. Posteriormente, los cinco ministros se reincorporaron al gabinete. Mi Representante, el Sr. Samuel Nana–Sinkam, desempeñó una función de facilitación en la solución de esa cuestión.

5. Otro acontecimiento positivo ha sido el funcionamiento normal de la Asamblea Nacional, que ha examinado y aprobado el programa cuadrienal de desarrollo económico y el presupuesto para el año 2000. La Comisión de Buenos Oficios de la Asamblea sigue buscando las formas de allanar las diferencias entre el Gobierno y las fuerzas armadas, al tiempo que otra comisión parlamentaria militar sigue observando la evolución de la situación en la frontera con el Senegal.

6. En junio, la Asamblea Nacional, en colaboración con la UNOGBIS, organizó un seminario sobre ética democrática y protocolos y procedimientos parlamentarios dirigido a parlamentarios en situaciones posteriores a los conflictos, de cinco días de duración. Expertos procedentes del Brasil, Portugal y Malí ayudaron a llevar a cabo el seminario que se centró, entre otras cuestiones, en los principios de la separación de poderes y la interacción entre los órganos estatales y otras ramas del Gobierno. Los parlamentarios participantes señalaron que el seminario había brindado una valiosa oportunidad de aprendizaje y contribuido a delinear otras esferas en que la comunidad internacional podría prestar asistencia y servicios de expertos con objeto de aumentar la eficacia del funcionamiento de la legislatura.

7. Para completar la transición democrática del país con posterioridad al conflicto, las autoridades han anunciado planes para celebrar elecciones municipales en el año en curso. En respuesta a la solicitud del Gobierno, las Naciones Unidas prestarán asistencia técnica en relación con las elecciones. Entretanto, ya ha iniciado sus trabajos la comisión establecida por la Corte Suprema de Justicia para examinar la constitución vigente con miras a ajustarla a las nuevas realidades democráticas y las normas internacionales.

III. Aspectos militares y de seguridad

8. Pese a esa situación generalmente positiva, las fricciones internas y las tensiones a lo largo de la frontera entre Guinea–Bissau y el Senegal siguen siendo motivo de preocupación. Las fricciones en la zona de la frontera, derivadas de las actividades militares de que se ha informado en la provincia senegalesa de Casamance, el bandidaje transfronterizo y la circulación sin control de armas en manos civiles, han causado preocupaciones en materia de seguridad y entibiado las relaciones interestatales. Además, algunas comunidades situadas a ambos lados de la frontera en ocasiones han cerrado espontáneamente sus fronteras y detenido a nacionales del otro país.

9. El cierre temporal de los cruces fronterizos en la parte senegalesa dio lugar a un aumento pronunciado de los precios del combustible y de otras importaciones en Guinea–Bissau, amenazando con provocar desórdenes sociales en un momento en que la economía del país tiene dificultades incluso para pagar los sueldos del sector público. Al mismo tiempo, algunos sectores de las fuerzas armadas han tratado de aprovechar la inestabilidad en las fronteras para aumentar su presencia en el proceso político, especialmente en la elaboración de políticas relativas a cuestiones de seguridad.

10. Los dirigentes de Guinea–Bissau y el Senegal, especialmente el Presidente Kumba Yala y el Presidente Wade, han seguido trabajando para aminorar esas tensiones. Como parte de las medidas de fomento de la confianza, los Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Guinea–Bissau y el Senegal se reunieron en Bissau para examinar las formas de aumentar la seguridad a lo largo de la frontera. En agosto, una comisión bilateral integrada por los Ministros del Interior de ambos países, el Prefecto de la provincia senegalesa de Kolda y el Gobernador de la provincia de Bafata en Guinea–Bissau, así como representantes de las comunidades de ambos lados de la frontera, se reunió en el Senegal para examinar cuestiones fronterizas. El 7 de septiembre, los Primeros Ministros de ambos países se reunieron en Dakar y firmaron un documento en que, entre otras cosas, se exhortaba a la comunidad internacional, por conducto de las Naciones Unidas, a que estableciera mecanismos para complementar sus actividades militares conjuntas de patrulla en la frontera. Tras esa reunión las fronteras se abrieron nuevamente.

11. En un acontecimiento conexo, el 5 de septiembre, el Presidente Yala me dirigió una carta en que me solicitaba oficialmente que se estableciera una fuerza internacional de observadores militares para prestar servicios conjuntamente con los contingentes de ambos países. Remitiré nuevamente esta cuestión al Consejo después de que se celebren consultas con todas las partes interesadas.

12. En el plano interno, la persistente debilidad institucional de la policía nacional de Guinea–Bissau, incluida la falta crónica de apoyo logístico adecuado, ha disminuido su capacidad para hacer frente con eficacia al número cada vez mayor de incidentes de bandidaje. Entretanto, un programa de desarme de civiles elaborado por la UNOGBIS y otros miembros del equipo de las Naciones Unidas en el país con objeto de ayudar al Gobierno a poner freno al bandidaje permanece a la espera de la inanciación internacional, al igual que el programa de remoción de minas del gobierno. En julio, una operación de remoción de minas dirigida por la organización no gubernamental HUMAID y financiada por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte retiró más de 150 minas terrestres en la capital, Bissau. Recientemente, el Gobierno de Alemania, mediante la facilitación de la UNOGBIS, proporcionó 150.000 dólares de los EE.UU. a HUMAID para apoyar actividades adicionales de remoción de minas.

13. En relación con la desmovilización y la reintegración de antiguos combatientes, el Banco Mundial está prestando asistencia técnica y financiera a un programa gubernamental, con arreglo al cual 10.000 soldados serían desmovilizados y otros 16.000 antiguos combatientes y veteranos se prepararían para la reintegración. Se espera que un proyecto experimental de desmovilización comience a ejecutarse en enero de 2001. Entretanto, el Gobierno, en cooperación con la UNOGBIS y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), está suministrando raciones diarias de alimentos a unos 700 soldados que han accedido a desmovilizarse voluntariamente, hasta que el programa oficial comience a ejecutarse.

IV. Situación de los derechos humanos

14. Sólo permanecen en prisión cuatro de los 378 presos políticos y militares detenidos desde los sucesos del 7 de mayo de 1999. Varios detenidos que habían sido puestos en libertad ya han sido sometidos a juicio oficialmente, mientras que otros están todavía esperando juicio. Para acelerar las actuaciones, la UNOGBIS, que ha estado vigilando los juicios, ha impartido capacitación a nuevos magistrados y a funcionarios judiciales de otro tipo, algunos de los cuales ya han sido desplegados. Sin embargo, la falta de recursos logísticos y financieros sigue obstaculizando la eficacia del sistema judicial.

15. En cooperación con el Gobierno, la UNOGBIS ha seguido promoviendo la concienciación y el respeto de los derechos humanos en diversas instituciones nacionales. A ese respecto, la UNOGBIS está prestando asistencia al Ministerio de Administración Interna en la ejecución de programas de concienciación y capacitación en materia de derechos humanos para los oficiales militares y de policía y está también colaborando con los Ministerios de Justicia y Educación para integrar las cuestiones relativas a los derechos humanos en los planes de estudios de la enseñanza secundaria.

V. Aspectos sociales y económicos

16. Las condiciones económicas del país siguen siendo difíciles. Los ingresos estatales han disminuido de manera preocupante, los niveles de subempleo y desempleo son extremadamente altos y la pobreza se ha generalizado. El Gobierno sigue teniendo dificultades para atender a las necesidades más apremiantes de la población. La responsabilidad por el pago de sueldos a los casi 26.000 miembros de las fuerzas militares sigue constituyendo una tarea especialmente preocupante, no sólo debido a la difícil situación financiera del Gobierno, sino también a las serias inquietudes relativas a la seguridad, en caso de que los sueldos no se pagaran.

17. Para preparar la conferencia de mesa redonda prevista para febrero de 2001, el Gobierno ha seguido elaborando, con la asistencia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), su plan nacional de gestión de los asuntos públicos. Además, con el apoyo de los organismos de las Naciones Unidas que realizan sus actividades sobre el terreno, el Gobierno ha concluido un documento provisional de estrategia sobre mitigación de la pobreza que se presentará al Banco Mundial. Mientras tanto, el Banco Mundial ha proporcionado un crédito postconflicto por la suma de 25 millones de dólares aproximadamente, gracias al cual el Gobierno podrá, en particular, cumplir sus obligaciones presupuestarias, entre ellas la reducción de la deuda interna, y pagar los sueldos del sector público.

18. La salud, la educación y la agricultura siguen siendo prioridades del Gobierno. A manera de acontecimiento positivo, cabe señalar que han ocurrido mejoras en el sector productivo, especialmente en la agricultura, y se ha logrado un aumento impresionante en la cosecha de nueces de anacardo, el principal producto generador de efectivo del país y su principal fuente de ingresos. Además, el acuerdo concertado en Dakar en agosto entre los Presidentes Yala y Wade para aumentar entre el 15% y el 20% el porcentaje de los beneficios de Guinea–Bissau procedentes de las perforaciones petrolíferas realizadas frente a la costa a lo largo de la frontera, podrían ampliar también la base de ingresos del país, en particular cuando comience la explotación comercial en gran escala de los campos petrolíferos.

19. Habida cuenta de que no existen universidades ni otras instituciones de enseñanza superior postsecundaria en el país, uno de los principales problemas es proporcionar conocimientos especializados a los jóvenes, que constituyen casi los dos tercios de la población, y ofrecerles otras oportunidades de capacitación. A ese respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con el apoyo de la UNOGBIS, ha empezado a prestar apoyo a un centro de formación profesional en Bissau, atendido por varias organizaciones de la sociedad civil.

VI. Observaciones

20. Guinea–Bissau ha seguido haciendo importantes progresos en la consolidación de su proceso democrático. Sin embargo, la situación global en el país sigue siendo preocupante. La amenaza latente de intervención militar, la precaria situación fronteriza y la pobreza crónica del país hacen que el camino a seguir sea difícil. Los retos son formidables, y el nuevo Gobierno civil no tiene ni los medios ni la capacidad para hacerles frente por sí solo.

21. Pese a las repetidas declaraciones públicas, la antigua junta militar parece renuente a renunciar al papel que desempeñó durante el período de transición y, a veces, parece cuestionar las decisiones adoptadas por el Gobierno elegido democráticamente. Una vez más hago un llamamiento a los miembros de la antigua junta militar para que conviertan en realidad sus repetidas promesas de no injerirse en el proceso político.

22. Por lo que respecta a la seguridad en las fronteras, deseo elogiar los infatigables esfuerzos de los Presidentes Yala y Wade para desactivar las tensiones a lo largo de la frontera entre sus países. Espero que los diversos mecanismos existentes permitan reducir los peligrosos efectos que estas tensiones han tenido sobre las perspectivas de paz, estabilidad y prosperidad para Guinea–Bissau y para los demás países de la subregión.

23. Es evidente que sólo la propia población de Guinea–Bissau puede reconstruir su país y restablecer plenamente la paz y la normalidad. Su capacidad de resistencia y su empeño en consolidar los logros postbélicos son dignos de elogio. Sin embargo, para hacer frente a los tremendos retos descritos en el presente informe seguirán necesitando la asistencia de la comunidad internacional. En consecuencia, hago un llamamiento a la comunidad internacional para que preste asistencia generosa a Guinea–Bissau sin esperar la próxima Conferencia de mesa redonda que debe celebrarse en febrero de 2001.

24. Las Naciones Unidas por su parte seguirán prestando toda la asistencia posible para contribuir a los programas de reconciliación nacional y reconstrucción del Gobierno. Quiero expresar mi reconocimiento a los Estados Miembros que ya han hecho contribuciones al Fondo Fiduciario de la UNOGBIS y pedirles que continúen prestando su apoyo para que la UNOGBIS pueda llevar a cabo su mandato.

25. Finalmente, quisiera rendir tributo a mi Representante, el Sr. Samuel Nana–Sinkam, al personal de la UNOGBIS y a todo el equipo de las Naciones Unidas en el país por su contribución digna de elogio en apoyo de los esfuerzos del Gobierno en favor de la consolidación de la paz y la reconstrucción.



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